Durante el 7º Congreso Mundial de Dermatología hubo una charla de E. Breitschwerdt, que me interesó y sorprendió bastante “Detección diagnóstica de especies de Bartonella y otros patógenos poco frecuentes”.
Edward Breitschwerdt es un veterinario americano con especial interés en enfermedades infecciosas transmitidas por vectores. Mi primer contacto con este autor fue durante los años en que desarrollé mi tesis doctoral sobre ehrlichiosis canina, ya que él es autor de numerosos artículos sobre esta enfermedad. Así que, con ese nombre impronunciable que tiene, cuando da una charla me encanta estar ahí para escucharle. Da gusto poder conocer personalmente a aquellas personas que tantas veces has visto escrito su nombre en el papel.
Bartonella es el nombre de un grupo de bacterias capaz de producir numerosas enfermedades en el hombre, a veces conocidas como enfermedad del arañazo del gato. Tanto en perros como en personas se han identificado especies de Bartonella como causantes de serias enfermedades como la angiomatosis bacilar, endocarditis, meningitis, encefalitis, hepatitis, artritis y linfadenitis. También se ha identificado la presencia de esta bacteria en algunos hemangiosarcomas y nódulos fibrohistiocíticos del bazo en perros. Lo cual abre una puerta a la investigación de Bartonella como un posible factor desencadenante de los procesos histiocíticos inflamatorios y de las lesiones vasoproliferativas tanto en animales como en personas.
La bacteria que produce estas enfermedades es muy difícil de identificar y Breitschwerdt y sus colaboradores han realizado numerosas investigaciones al respecto y han desarrollado métodos de diagnóstico efectivos para poder identificar estas bacterias. En sus investigaciones han encontrado que estas bacterias pueden encontrarse en la sangre de numerosos animales domésticos y salvajes que actuarían como portadores (serían animales en los que la bacteria podría no producir enfermedad aparente pero tienen la bacteria en su organismo). La bacteria podría inocularse (transmitirse) a personas u otros animales mediante arañazos, mordiscos o a través de insectos vectores.
Y aquí llegamos a una razón más en el control de los parásitos externos de nuestros animales, Bartonella puede llegar a nuestro perro o gato a través de la picadura de las pulgas y de la misma manera podría llegar a nosotros.
Si el animal no está bien protegido frente al ataque de la pulga, puede llevarlas a casa y generar una infestación ambiental, y todos sabemos los serios problemas que esto trae: picaduras en todos los mamíferos que habiten la casa, incluso las personas y el posible desarrollo de alergias a estas picaduras. Pero incluso más grave sería la transmisión de enfermedades a través de esas picaduras, como pudiese ser, según lo comentado, la posible inoculación de Bartonella u otros agentes patógenos.
Por ejemplo, la llamada enfermedad del arañazo del gato puede producir desde lesiones localizadas en la zona de inoculación de la bacteria o zona del arañazo hasta la extensión de esas lesiones en el área regional o la aparición de signos sistémicos y afección de diferentes órganos y sistemas. Para que el gato pueda inocular esta bacteria debe portarla en su cuerpo y una de las formas de contraerla es a través de las pulgas. Las pulgas son capaces de transmitirlas de un animal a otro y es por ello que es tan importante hacer un buen control de pulgas en todos nuestros animales, no solo para evitar infestaciones molestas y enfermedades alérgicas, si no para evitar también la transmisión de numerosas enfermedades que pueden incluso afectar a los seres humanos.
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