Hoy en día proliferan los piensos que se autodenominan hipoalergénicos con un gran afán comercial en todo ello, mucha “información” virtual y poca información científica y verídica sobre ello.
Cierto que la alergia alimentaria existe y su incidencia va en aumento, aunque sea la menos frecuente de las tres principales alergias: a la picadura de pulgas, alimentaria y ambiental.
Los signos clínicos de una alergia alimentaria pueden ser controlados con una dieta a la que no sea sensible el animal. Sin embargo, es muy difícil identificar cuales son los ingredientes desencadenantes y para confirmar o descartar el problema se debe hacer administrar una dieta que podamos confiar que no da alergia al animal, a la que llamaremos dieta de eliminación.
Una dieta de eliminación es una dieta constituida por ingredientes a los que el animal supuestamente no es alérgico (dietas de proteínas noveles) o que no son capaces de inducir una respuesta alérgica (dietas a base de proteínas hidrolizadas).
Proteínas noveles se consideran aquellas proteínas a las que el animal no ha estado expuesto, es decir que no ha ingerido en ningún momento de su vida.
Proteínas hidrolizadas son proteínas que han sufrido un proceso de hidrólisis enzimática por el cual se fragmentan para conseguir fracciones proteicas tan pequeñas que son incapaces de inducir una respuesta alérgica.
Las dietas de eliminación a base de proteína novel se basan en que si no hay exposición previa a un alergeno no puede haber sensibilidad al mismo. Tradicionalmente las dietas caseras a base de proteínas noveles han sido las empleadas para el diagnóstico de la alergia alimentaria, hasta la aparición de las dietas de hidrolizados proteicos. Sin embargo, el empleo de dietas comerciales de proteínas noveles para el diagnóstico de alergia alimentaria no es recomendable, ya que pueden inducir a importantes errores diagnósticos por los siguiente motivos:
1.- Durante el procesado de los alimentos comerciales húmedos o secos (lata o pienso) se producen cambios en la estructura terciaria de las proteínas, que pueden provocar la aparición de nuevos elementos alergénicos no contemplados y provocar errores diagnósticos
2.-El etiquetado de muchos de estos piensos no se ajusta a la realidad, según demostró recientemente un estudio que comprobó la presencia de carne de vacuno y soja en piensos cuya etiqueta indicaba la exclusiva presencia de carne de venado como fuente proteica.
3.- Hasta el momento, los alergenos alimentarios más frecuentes procedían de carne de vaca, trigo, huevos, maiz, soja, pollo, lácteos y sus derivados, en perros y en los gatos vacuno, lácteos, pescado y cordero. El empleo indiscriminado de alimentos con fuentes proteicas no habituales (venado, avestruz, salmón, pescado...) hace que los animales de constitución alérgica desarrollen alergia a estos ingredientes y dificulta la selección posterior de ingredientes para una dieta de eliminación.
Tras lo anteriormente expuesto, el autor recomienda que si se decide optar por una dieta de eliminación a base de proteínas noveles se emplee siempre una dieta casera. Por otro lado una dieta casera no es una dieta bien equilibrada, por lo que nuestra recomendación es el empleo de dietas comerciales a base de hidrolizados proteícos.
En una segunda parte hablaremos de los piensos de proteína hidrolizada para el diagnóstico de la alergia alimentaria.
Tu veterinario es el único que puede aconsejarte sobre la fiabilidad de las dietas a administrar a tu perro o gato. Antes de comprar un pienso supuestamente hipoalergénico consulta a tu veterinario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.