La presentación clínica de esta enfermedad es muy similar a la dermatitis atópica o alergia ambiental y la única manera de diferenciar ambos tipos de alergia es someter al animal a un alimento que no sea capaz de provocar la alergia durante un periodo mínimo de dos meses.
¿Cuál de estas dos alergias es más frecuentes?
La dermatitis atópica o alergia ambiental es mucho más frecuente. A nivel de probabilidades si un perro es alérgico, en el 80-90% de los casos será una alergia ambiental y en el 10-20% de los casos alergia a los alimentos.
¿Por qué es necesario diferenciar entre alergia alimentaria y alergia ambiental?
El tratamiento y el pronóstico es muy diferente en ambas enfermedades.
En la alergia alimentaria se puede evitar el desarrollo del cuadro clínico alimentando al animal con una dieta a la que no sea sensible. En la Dermatitis atópica es imposible evitar el contacto con la sustancia a la que es sensible el animal, ya que se encuentran suspendidas en el medio ambiente, por lo que el cuadro clínico es más difícil de controlar sin el empleo de medicación.
¿Pueden un perro padecer ambas enfermedades?
Si, hay animales que pueden padecer ambos procesos.
¿Hay pruebas laboratoriales para diagnosticar una alergia alimentaria?
Aunque existen pruebas para determinar los niveles de Inmunoglobulinas E y G (anticuerpos) frente a los alimentos, estas pruebas no son ni específicas ni sensibles, es decir no son útiles y pueden generar más confusión que certeza. Pueden dar positivas en animales sin alergia y al contrario, por lo que no son aceptadas como pruebas diagnósticas por los dermatólogos veterinarios.
Hay muchos artículos que demuestran su poca o nula utilidad, el último ha sido publicado en octubre de 2014 en Veterinary Dermatology: Food-specific serum IgE and IgG reactivity in dogs with and without skin disease: lack of correlation between laboratories. Hardy JA et al. 2014. Veterinary Dermatology 25: 447–453.
¿Entonces, cómo se puede diagnosticar una alergia alimentaria en un animal?
Para ello se debe alimentar al animal con una dieta que se pueda considerar libre de alergenos durante un mínimo de 2 meses y comprobar la resolución de los signos clínicos. Posteriormente habrá que confirmar que una vuelta a la dieta anterior provoca la nueva aparición del picor.
Sobre el papel parece sencillo, pero no es así, implica muchos factores que deben ser siempre supervisados por el veterinario y debe ser luego correctamente interpretada desde el conocimiento médico.
¿Qué dieta se debe emplear?
Es una prueba diagnóstica, por lo que se debe emplear una dieta que garantice la ausencia de posibles componentes alergénicos. Hoy por hoy las únicas dietas que pueden garantizar con un mínimo error esta hipoalergenicidad son las dietas de hidrolizados proteicos elaboradas por marcas de confianza veterinaria en el campo terapéutico de la nutrición animal.
La hidrólisis de las proteínas fragmenta éstas en componentes más pequeños: péptidos y aminoácidos. Cuanto más pequeño es el peso molecular de los mismos menor es su capacidad alergénica.
Actualmente hay una gran mala información en relación a lo que es una dieta hipoalergénica. La proliferación de alimentos llamados naturales, hipoalergénicos, sin cereales o con proteínas poco habituales no significa que dichas dietas sean adecuadas para estas pruebas diagnósticas.
Las enfermedades alérgicas son muy frecuentes en nuestros perros y gatos, y pueden generar una pérdida de calidad de vida tanto al animal como a sus propietarios. No dejes que esta enfermedad amargue la vida de tu mascota, ni la tuya. Los veterinarios trabajamos para la salud animal y para una vida feliz de los animales y sus propietarios.
La colaboración del Dermatólogo Veterinario en las enfermedades alérgicas es una pieza clave para el diagnóstico, tratamiento y la mejora en su calidad de vida.
No dudes en consultarnos.
ADERVET es salud de la piel de tu mascota.
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